Ofrecimiento político

No nos vamos a quedar sin escribir nada cuando no tenemos noticias nuevas de Baraona.

No nos quedará más remedio que hacernos eco más tarde o temprano de la etapa pre-electoral que ya ha empezado y que culminará con las elecciones de finales de mayo. Estamos en una provincia en estado moribundo por el hecho de que poblacionalmente nuestros pueblos están en ese estado. Los centros de comarca y la capital de provincia viven generalmente de prestar servicios a toda la provincia, y la decadencia les afecta también.

Dato de 2014: 171 habitantes (hasta 1960 solo Baraona, desde 1970  se suman  Pinilla, Romanillos y Jodra).

El presidente de la Diputación, el elocuente don Antonio Pardo, la máxima autoridad provincial con gran influencia y presencia casi anual en nuestro pueblo, que ha sabido sobre todo dar la cara, anuncia su no presentación a las elecciones de mayo.

Toma la alternativa para presidir su partido el alcalde de Arcos de Jalón, más cercano geográficamente y que ya conocíamos de oidas por sus compincheos con el de Medina para ahogar y deshacerse de la revista Plaza Mayor, cuyas informaciones no gustaban a los mandamases de estas comarcas sureñas. Según dice hoy el tal Peregrina en el periódico, "con la idea de apostar por la «continuidad». Apuesta por seguir «el mismo camino".

Mesa presidencial en Soria, decidiendo las inversiones y asuntos en la provincia. Habrá importantes cambios este año.

Una alcaldía importante que quiere recuperar el PP, porque allí los votos no les fueron favorables en las elecciones pasadas, es la de Almazán, junto con las de Soria y Ágreda. Pero allí la Plataforma del Pueblo SOriano (PPSO), excisión adnamantina del PP, les quiere plantar cara y no solo revalidarse, sino que su pretensión es presentar listas en todos los municipios posibles. Ya lo hizo en Baraona en las pasadas elecciones, con pobres resultados, entre otras causas por ser un partido desconocido por la generalidad de los votantes.

El PSOE es dudoso que en Baraona vuelva a presentarse, aunque suele haber sorpresas. En Soria su "voz cantante" es el diputado Félix Lavilla de Ólvega, y en la capital de Soria su actual alcalde. El voto que les apoyó parece que se fijaba más en la valía de las personas que en las siglas del partido que las presentaba.

En las últimas elecciones europeas, el tercer partido en votos a nivel municipal de Baraona, aunque a mucha distancia del primero, fue Ciudadanos. Ignoramos por ahora si aquí aparecerá esa alternativa en las municipales, aunque sí lo hará en la capital de la provincia.  Los de Podemos, así con ese nombre no se presentan.  Por lo menos, estos grupos vienen con caras nuevas. ¿No decían hace pocos años que la juventud estaba dormida?

Como es previsible, el "establishment", la "casta", los que tienen ahora la sartén por el mango, van a encargarse de machacarnos con su propaganda de que la gasolina más barata se debe a ellos, con que la economía marcha bien mientras la renta agraria cae un 7,1% en 2014.  que a los jubilados nos han subido las pensiones (2 euros más al mes), que los malos, defraudadores y mentirosos son los otros, y que un tal Bárcenas no es de los suyos, que simplemente "pasaba por allí".  Para ello cuentan con los periódicos provinciales.  

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Por ahora, como hice en las pasadas elecciones, quien nos envíe la presentación de algún grupo aspirante a conseguir votos, será reflejado aquí, al menos en lo que se refiera a lo local, no a la propaganda nacional.

Pero que sepan tres cosas:
- que los votantes en su mayoría no suelen leer estas líneas, 
- que ganarán muchos votos aquellos cuyo partido envíe a domicilio las papeletas ya rellenas y con un sobre para llevarlo preparado desde casa (los partidos ricos)
- que el resultado municipal dependerá mucho de lo que los pueblos anexados a este ayuntamiento voten, como vimos en la experiencia pasada.

Nota añadida que me resulta simpática por la contradicción que contenía en sí misma. Es parte de un comentario anónimo recibido en mayo 2011, cuando publiqué el resultado electoral de aquellas elecciones:

Precisamente lo tìpico de una democracia son las elecciones, y la política es elegir entre las alternativas que se presenten. Si no se sabe o no se quiere elegir, para ello existe el voto en blanco.