Del cereal de invierno, que soportaba bajas temperaturas, se ha pasado a cultivar vid y olivos. Las faldas del Alto del Castillo, con cultivo de la vid en terrazas bien expuestas al sol, han producido una uva "chadornay" de muy alto contenido en azúcares, lo que deriva en unos magníficos vinos blancos de óptima graduación.
La aceituna que vemos en las proximidades del pueblo y del camino a Alpanseque, de variedad picual, actualmente es recogida y llevada a las almazaras más próximas, en Loranca de Tajuña (Guadalajara), donde obtienen con ello un magnífico aceite que se comercializa con la marca: "el embrujo en la ensalada".
Dada la cantidad y calidad que se produce tanto en este cultivo olivar como en el vitivinícola, se ha iniciado su transformación a aceite y embotellado de estos productos en el antiguo molino de cereales y fábrica de gaseosas.
El Molino, en su nuevo uso como almazara y bodega. |
Hay que subrayar que la transformación de cultivos ha sido propiciada por la nueva PAC, que aumenta las subvenciones a las tierras dedicadas a cultivos alternativos y arbóreos. Por ello, los agricultores de nuestra zona están de enhorabuena.
Vista detalla de las vides en la ladera del "Alto del Castillo" |
Por su parte, los ganaderos han llamado a las cuadrillas de esquiladores para que adelanten a abril su presencia, ya que el calor reinante en época veraniega hace que sea conveniente adelantar por dos meses el esquileo. Así las ovejas no se amontonarán tanto buscando la sombra en cuanto la Primavera está llegando a su fin.