Apareció un comentario en estas noticias hace pocas semanas citando una nueva nave en Alpanseque. Ello me hace volver a plantear qué rayos está pasando en nuestros pueblos con los diferentes requisitos que parecen ponerse para unas personas y no a otras.
Después de ver en Alpanseque la citada nave, me reafirmo en la suposición de que las leyes se aplican de forma más que discutible. Se trata de una nueva nave de grandes proporciones dentro del casco urbano, que quita luz y vista a otras casas vecinas y está situada de forma que grandes maquinarias usarán las calles del pueblo para acceder a la misma.
En principio esta obra, como todo lo que se hace, es positiva y será beneficiosa económicamente para sostener a alguna familia, pero por norma no se deja hacer este tipo de obra en casco urbano sino en terreno destinado a naves ganaderas o a zona industrial. Supongo que la obra ha contado con el visto bueno del Colegio de Aparejadores y la Diputación, pero esas mismas instituciones son las que exigen que una casa se construya, por ejemplo, con teja árabe, y que sea acorde con el entorno.
En la noticia siguiente del periodico del día, el Colegio de Aparejadores presume de haber hecho 500 denuncias y 130 procesos judiciales en la provincia: ¿Se denuncia a las que no se hacen o se hacen de forma estrafalaria o perjudicando a vecinos?. Pues no, eso no les importa. Se trata de denunciar a las obras que no han pagado su "mordida". Una vez que pagan a un aparejador, por supuesto de Soria, ya no hay impedimento que se les aplique.
No hay más que desplazarse unos kilómetros hacia el Sur y entrar en Guadalajara para enterarnos de que allí no se pone impedimento alguno a los vecinos para hacer pequeñas obras de restauración de propiedades individuales, ni nadie les denuncia cuando no se trata más que de mejorar sus viviendas y hacer más agradable la vida en los pueblos.
-----------------------
Heraldo de Soria de 7 de agosto 2012:
El Colegio de Aparejadores sigue su campaña contra las obras ilegales ha denunciado 500 construcciones y ha abierto más de 130 procedimientos judiciales
500 obras denunciadas ante los ayuntamientos. Más de 130 procedimientos judiciales abiertos. 22 sentencias (21 de ellas favorables). 10 procedimientos pendientes. Son las cifras que ilustran la repercusión en la provincia de la intensa campaña puesta en marcha hace un año y medio por el Colegio de Aparejadores de Soria en su afán por acabar con las obras irregulares en Soria. «Teníamos una provincia en situación ilegal en obras», señala Ana Sanz, abogada del Colegio de Aparejadores de Soria. «Estamos satisfechos de que se cumpla la ley; la respuesta que están dando los Ayuntamientos como norma general es buena, ha habido un cambio de actitud», señala por su parte el presidente del Colegio de Aparejadores de Soria, Javier Palomar.
No obstante, ambos indican que algunos ayuntamientos continúan «incumpliendo» la legislación vigente, por lo que la campaña continúa adelante, así como las inspecciones de los técnicos en los municipios de la provincia. «Sorprende que en ayuntamientos grandes, donde se supone que hay un control urbanístico, siguen sin querer hacer las cosas bien, aunque reconocemos que e n la mayoría se han puesto las pilas y habitualmente están exigiendo técnicos de forma general, en muchos casos los secretarios se ponen en contacto con nosotros para consultarnos», indica Sanz.
Después de ver en Alpanseque la citada nave, me reafirmo en la suposición de que las leyes se aplican de forma más que discutible. Se trata de una nueva nave de grandes proporciones dentro del casco urbano, que quita luz y vista a otras casas vecinas y está situada de forma que grandes maquinarias usarán las calles del pueblo para acceder a la misma.
En principio esta obra, como todo lo que se hace, es positiva y será beneficiosa económicamente para sostener a alguna familia, pero por norma no se deja hacer este tipo de obra en casco urbano sino en terreno destinado a naves ganaderas o a zona industrial. Supongo que la obra ha contado con el visto bueno del Colegio de Aparejadores y la Diputación, pero esas mismas instituciones son las que exigen que una casa se construya, por ejemplo, con teja árabe, y que sea acorde con el entorno.
En la noticia siguiente del periodico del día, el Colegio de Aparejadores presume de haber hecho 500 denuncias y 130 procesos judiciales en la provincia: ¿Se denuncia a las que no se hacen o se hacen de forma estrafalaria o perjudicando a vecinos?. Pues no, eso no les importa. Se trata de denunciar a las obras que no han pagado su "mordida". Una vez que pagan a un aparejador, por supuesto de Soria, ya no hay impedimento que se les aplique.
No hay más que desplazarse unos kilómetros hacia el Sur y entrar en Guadalajara para enterarnos de que allí no se pone impedimento alguno a los vecinos para hacer pequeñas obras de restauración de propiedades individuales, ni nadie les denuncia cuando no se trata más que de mejorar sus viviendas y hacer más agradable la vida en los pueblos.
-----------------------
Heraldo de Soria de 7 de agosto 2012:
El Colegio de Aparejadores sigue su campaña contra las obras ilegales ha denunciado 500 construcciones y ha abierto más de 130 procedimientos judiciales
500 obras denunciadas ante los ayuntamientos. Más de 130 procedimientos judiciales abiertos. 22 sentencias (21 de ellas favorables). 10 procedimientos pendientes. Son las cifras que ilustran la repercusión en la provincia de la intensa campaña puesta en marcha hace un año y medio por el Colegio de Aparejadores de Soria en su afán por acabar con las obras irregulares en Soria. «Teníamos una provincia en situación ilegal en obras», señala Ana Sanz, abogada del Colegio de Aparejadores de Soria. «Estamos satisfechos de que se cumpla la ley; la respuesta que están dando los Ayuntamientos como norma general es buena, ha habido un cambio de actitud», señala por su parte el presidente del Colegio de Aparejadores de Soria, Javier Palomar.
No obstante, ambos indican que algunos ayuntamientos continúan «incumpliendo» la legislación vigente, por lo que la campaña continúa adelante, así como las inspecciones de los técnicos en los municipios de la provincia. «Sorprende que en ayuntamientos grandes, donde se supone que hay un control urbanístico, siguen sin querer hacer las cosas bien, aunque reconocemos que e n la mayoría se han puesto las pilas y habitualmente están exigiendo técnicos de forma general, en muchos casos los secretarios se ponen en contacto con nosotros para consultarnos», indica Sanz.
No hay comentarios:
Publicar un comentario