Leemos estos días cómo progresa el proyecto para construir una “macro-vaquería” en Noviercas y los números asustan: 23.520 vacas en un pueblo de 150 habitantes humanos.
Greenpeace calcula que esta macro explotación pasará a ser la mayor de su tipo en la Unión Europea, lo que supondría:
- Una ingente producción de excrementos, al nivel a lo generado por una ciudad como Madrid.
- Un consumo de millones de litros de agua, mayor que el de la ciudad de Soria.
COAG denuncia que sería una “bomba de relojería para la sanidad agropecuaria de la región” y tampoco tranquiliza que la empresa acumule ya once procedimientos sancionadores por infracciones ambientales en otra explotación en Navarra.
Lejos pero cerca
Noviercas está a unos 70 km de Barahona. Estando “tan lejos”, da la impresión de que esto no nos afecta directamente, pero parece ser que depende de los caprichos de los acuíferos.
Precisamente la semana pasada, el programa Natural de La Sexta mostraba cómo la contaminación de las aguas subterráneas generada por las macro-granjas de Cuenca puede llegar a afectar a Ciudad Real, a 200 km de distancia: “El problema real de las macrogranjas: explotaciones sin licencia que contaminan los acuíferos con las heces de sus animales”.
Barahona, como otros muchos pueblos, depende de las aguas subterráneas para el abastecimiento de agua corriente.
Muchas vacas, pero poco empleo
Cabría pensar que por lo menos estas actividades generan crecimiento económico, pero ni siquiera eso está claro. Al ser instalaciones altamente automatizadas, parece que apenas tienen trabajadores.
COAG estima que la macro-vaquería podría destruir 726 puestos de trabajo.
El coste ecológico, eso sí, lo acabamos pagando entre todos.
¿Entonces quién gana con todo esto?
El modelo sostenible ya lo teníamos y nos lo han quitado
Dice Greenpeace que hay otros modelos de ganadería, de pequeña escala, extensivos. Lo sabemos bien, porque, orientado a la oveja, es el modelo de ganadería que tradicionalmente hemos conocido en Barahona.
Precisamente, el modelo de ganadería sostenible tradicional de nuestra zona está desapareciendo a gran velocidad, bajo la mirada pasiva de los poderes públicos.
Ya leíamos en 2010: “Me consta, que a otros, que se han retrasado unos meses en la decisión de vender el ganado, se han tenido que quitar las ovejas como viejas, o sea destino al matadero, y ya me dirás que beneficio lleva eso...”. Leyendo estas cosas, uno se pregunta cómo es posible que la ganadería sostenible, que es la que asienta población, acabe teniendo que vender a pérdidas, mientras que macro-granjas ultra-contaminantes hacen dinero a manos llenas.
Una cuestión de estrategia de futuro
España parece caminar hacia la “modernidad” de las macro-granjas industrializadas. Una modernidad consistente en tener el campo abandonado, salpicado con algunos edificios cuasi-estancos, contenedores de miles de animales encerrados.
Mientras tanto, basta viajar por Francia, Bélgica, Holanda, Luxemburgo, Alemania… para ver los campos llenos de animales pastando. ¿No es sospechoso que vayamos en dirección contraria?
¿A qué aspiramos? Por este camino, parece que a convertirnos en el estercolero de Europa: Productores de carne de bajo coste a base de tolerar lo que está taxativamente prohibido en otros países.
Si nuestro futuro es contaminar nuestro territorio para poder exportar más carne barata a otros países menos contaminados, acabaremos pagando las consecuencias.
1 comentario:
Estoy de acuerdo en los dos últimos puntos: "El modelo sostenible ya lo teníamos y nos lo han quitado" y la comparación con otros países europeos. Si viajamos por ellos, sobre todo desde la ventanilla del tren, vemos ovejas, gallinas, vacas... sueltos por los campos o vallados; muchos de ellos con la casa de los propietarios en pleno campo también. Aquí apenas veremos algunos grupos de animales sobreviviendo casi clandestinamente.
No comparto eso de que tal vaquería destruya 726 puestos de trabajo y 432 explotaciones familiares.¿Dónde están esos puestos y esas 432 explotaciones?. Desde luego, no en esta provincia. Poco nos tiene que preocupar. Deben referirse a los dominios de los reyezuelos de Valladolid.¿Se habrán ocupado de esta provincia esos mandamases cuando construyen sus AVEs,sus industrias de automóviles, sus hospitales dotados de equipos médicos avanzados? En Soria ya no se produce ni leche suficiente para poder seguir teniendo mantequilla con denominación de origen.
Los de Noviercas lo que ven es que los pocos habitantes que van quedando no tienen más futuro que la extinción o la emigración y se agarran a lo que sea para mantenerse.
Quienes tienen otras soluciones más "ecológicas" o más sensatas las vengan implementando jugándose también su dinero. Se bloquean granjas de vacas o cerdos, se bloquean explotaciones mineras, la construcción y rehabilitación de viviendas, especialmente en el campo (véase incluso solo el inicio de las normas urbanísticas, en la web de la Junta de CyL) se impide la instalación de industrias fuera de los polígonos de localidades grandes, a los pequeños pueblos se les niegan servicios porque "sale caro mantenerlos", se financia desde la PAC los cultivos con gran consumo de gasoil y de abonos químicos en los campos, sembrando especies extrañas que esquilman los suelos.
Conviene no exagerar en todo. Las 25000 vacas podrían quedarse en 500 si fuera necesario, o 5000 ovejas en el campo... pero, por favor, que dejen hacer algo y libertad a los pobladores para decidirlo.
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