"A día de hoy, sin internet no hay actividad económica. Es como el agua o la electricidad", leíamos en El Confidencial.
El acceso a Internet ha sido un tema recurrente de conversación estos meses. Muchos de los que han podido teletrabajar a raíz de la pandemia han intentado hacerlo en su pueblo.
En prensa, lo habitual es leer que el acceso a Internet en España es fantástico. La realidad aquí, confirmada por varias personas cuyos familiares han intentado teletrabajar desde Barahona en los últimos meses, es bien diferente: Lento. Con cortes. Desesperante.
Es como si la luz tuviera cortes todos los días o del grifo saliera solo un hilillo de agua. En estas condiciones, al segundo día sin poder conectar a una reunión importante, toca hacer la maleta. A quien se queda le toca armarse de paciencia, esperando que quizá algún día mejore la situación.
A pesar de que en Barahona hay ADSL y bastante cobertura de telefonía móvil, el ADSL ha quedado obsoleto y la señal de telefonía móvil es inestable. Son soluciones que no sirven para uso profesional, y que a duras penas sirven para ocio.
¿Cuál es la solución?
Hay que dejar de gastar dinero en parches que generan titulares de prensa pero que en la práctica resultan inservibles o quedan rápidamente obsoletos. Conexiones wifi compartidas, cobertura (irregular) de telefonía móvil, ADSL… no son soluciones profesionales en 2020.
A día de hoy, la prácticamente única solución profesional válida es la fibra óptica (técnicamente llamada FTTH). Ya hay empresas que solo permiten teletrabajar si se dispone de fibra óptica.
Tenemos la suerte de que por Barahona (y Romanillos, Alpanseque, Marazovel, Rello, La Riba de Escalote…) pasa la línea de cable troncal que une Medinaceli con El Burgo de Osma. Barahona está conectada a esa línea y gracias a ello tiene ADSL. De igual manera, hasta donde sabemos, estos pueblos podrían tener hoy fibra óptica de forma relativamente sencilla. Con solo instalar los cables de fibra óptica dentro del pueblo, por el mismo sitio por donde están los viejos cables telefónicos de cobre, y adaptar los equipos. Sin embargo, no hay noticias de que esto vaya a ocurrir pronto.
Mala calidad del acceso a Internet en los pueblos de Soria
Según los últimos datos oficiales de cobertura de banda ancha (30 de junio de 2019), la práctica totalidad de los pueblos de Soria están en “zona blanca”, lo que significa que no tienen un acceso a Internet decente. Y según los datos publicados, tampoco está planificado que lo vayan a tener pronto.
El mapa de “cobertura prospectiva” para el futuro es desolador. Y eso que muchas zonas que en realidad son blancas aparecen coloreadas, aunque no tengan fibra. Son pueblos pequeños (“pedanías”), invisibles en el mapa por pertenecer oficialmente a municipios más grandes.
La Junta dice que la banda ancha ya alcanza casi el 84 % de la población castellana y leonesa, y que se acercará al 90% tras concluir el Plan 2020. Siempre se refieren a estadísticas basadas en porcentajes de población, que no significan nada para los pueblos. Jamás hablan de porcentaje de territorio.
En Soria, los 10 municipios más poblados acogen a más del 75% de la población de la provincia. Esos municipios son prácticamente los únicos que disponen de fibra óptica.
A estas alturas, más que anuncios de inversiones en lugares indeterminados, se esperaría ver el plan exacto para cubrir el 100% de los núcleos de población. Detallando localidades, fechas, presupuesto... Tal plan no parece existir.
Teruel Existe son los únicos a los que se oye con objetivos claros y ambiciosos, proponiendo un servicio universal con un mínimo de 30 Mbit/s simétricos. Y exigiendo que se haga ya. No dentro de diez años.
¿Y si no cambia nada?
En 2020 es impensable que una empresa se instale en un municipio que no tenga fibra óptica. Y cada año que pase la brecha digital será mayor, porque el ADSL no va a dar más de sí. Nos quedaremos estancados mientras que Internet será cada vez más necesario y harán falta conexiones de mayor velocidad y estabilidad.
Sin buenas conexiones a Internet, lo más probable es que las pocas empresas que quedan en la “España vaciada” se acaben yendo. Como leíamos sobre Teruel: “Una empresa amenaza con marcharse de Rubielos de Mora por la deficiente cobertura de internet”. Ese caso acabó bien, pero parece ser la excepción, tras años de quejas.
La pandemia ha animado a más gente a pensar en vivir en los pueblos. Pero muchos descartan mudarse o comprar una casa en un sitio que no tenga fibra óptica.
¿El resultado? Problemas para que las empresas puedan encontrar trabajadores que quieran vivir en la zona. La falta de fibra óptica es ya un obstáculo incluso para los que pretenden vivir en su pueblo tras la jubilación.
El acceso a Internet de calidad se ha convertido en un servicio esencial, al que muchos ciudadanos no pueden acceder. Las infraestructuras por sí solas no van a resolver el problema de la “España vaciada”, pero sin infraestructuras podemos estar seguros de que va a ser imposible.
¿“Ser pocos no resta derechos”? Parece que depende…
Anímate y comparte en los comentarios tu experiencia con Internet en tu pueblo o tus ideas para mejorar la situación.
1 comentario:
Los representantes de Teruel Existe se hacen notar, Lástima que los representantes políticos que elegimos en Soria sigan la misma tónica de inacción y servilismo a lo que dicen los jefes de partidos que han venido turnándose hasta ahora. Sienten que no son elegidos por sus votantes, sino quien los pone en la cabeza de las listas de voto. Sirven por tanto a quien les paga, aunque el dinero ya sabemos todos de quién sale.
Este comportamiento que ya es histórico es lo que lleva a la provincia a la despoblación y tal vez a su desaparición como tal.
Cuando los políticos no miran por el bienestar de la población, deben ser los ciudadanos los que se hagan notar. En esas estamos.
Publicar un comentario